LUIS CRESPO HEVIA
Luis fue un licenciado en Derecho que ejercía como procurador y mecenas de la cultura de la música, apoyando económicamente al gran compositor y guitarrista leonés Venancio García Velasco.
Venancio García Velasco, gran guitarrista clásico, compositor y docente del instrumento, sintió la necesidad de editar un libro con los principios fundamentales del instrumento para que sirviese de base a sus alumnos y al resto de personas y músicos interesados por aprender y mejorar su conocimiento sobre el instrumento.
El proyecto era acometer la publicación del libro “Manual guitarrístico para acompañar” con las posiciones de “Formación de los acordes perfectos mayores, menores y otros de séptima dominante”.
En la portada del libro se incluía información adicional, con el contenido del manual: “Acordes disonantes y alterados usados en la guitarra de jazz” y “Cifrado de todos los acordes”.
La publicación de este libro constituyó un éxito en toda España hasta tal punto que hubo que hacer varias ediciones. Fue un libro muy popular y consultado por los guitarristas de finales de los años 50 en adelante.
Luis Crespo y su familia vivieron durante un tiempo e Astorga y ya conocían a Venancio García y a su familia, y esa coincidencia potenció todavía más su amistad y confianza. Conocía su talento, su honestidad y su proyecto del manual y no dudó en apoyarle desde el primer momento que tuvo conocimiento de tal proyecto.
Luis Crespo era muy aficionado a la música y fue de los primeros socios fundadores de la Orquesta Sinfónica de León que dirigía el maestro Odón Alonso. Su hijo Eulogio, recibió clases del maestro y se convirtió en un alumno aventajado.
Venancio García Velasco tuvo el detalle de dedicarle una de sus composiciones favoritas para guitarra, “Aires Regionales de España” publicada en 1963 como agradecimiento, prueba de cariño y homenaje al amigo que financió la primera edición de su popular manual.
En la foto, de izquierda a derecha y de arriba abajo:
Foto de Luis Crespo, la partitura dedicada por Venancio García Velasco, un ejemplar de la primera edición regalado por Venancio a Luis, y otro ejemplar de otra edición más tardía, del manual.
